No hay nada como ver una película en el cine. Las películas son parte de nuestra cultura popular: nos gusta verlas y repetir una y otra vez sobre todo, nuestras películas preferidas, y si podemos compartir esa experiencia con nuestros amigos y familiares, aún mejor.
Podemos comprar DVD o descargar películas de sitios web una vez que se han estrenado en el cine. Podemos hacerlo legalmente, por medios legítimos de venta o a través de sitios de descarga. Lamentablemente, la demanda de películas es tan elevada que también existen formas ilegales para obtenerlas (copiadas ilegalmente, sin el consentimiento del productor). Estos DVD pirata o las descargas ilegales suelen ser más baratos que los originales, por lo que el consumidor se siente tentado a infringir la ley.
La piratería de películas perjudica a la industria cinematográfica y, lo que es más grave, a quienes trabajan en ella. Los profesionales que están frente y detrás de la pantalla se ven afectados por la industria de la piratería ilegal.